Apenas unas semanas después de que el presidente hizo esfuerzos para terminar el programa de Acción Diferida, les comentó a los líderes demócratas del Congreso que trabajaría con ellos para extender
protecciones a los jóvenes inmigrantes indocumentados. Un muro con México “vendrá más tarde”, dijo el presidente Trump.
Pero fue otra farsa. En lugar de esto, Donald Trump lanzó una lista de demandas políticas anti-inmigrante.
La mayoría de los estadounidenses están en desacuerdo con la idea de tratar a los 800,000 DACAmentados que llegaron al país como niños, como una pieza de negociación. No quieren un muro. Una gran mayoría afirman que los inmigrantes fortalecen nuestro país.
Los “principios” del presidente son crueles y un rotundo fracaso.
La aprobación del proyecto de ley Dream Act, que pondría a los beneficiarios de DACA en un camino hacia la ciudadanía, debe ser el punto de partida del debate sobre inmigración, y no otra discusión inútil sobre un muro ineficaz y derrochador.
El Dream Act tiene un amplio apoyo bipartidista, por la cual que existe una buena razón. Los inmigrantes contribuyen inmensamente a nuestro país. Un país tan dinámico como los Estados Unidos sólo hubiera podido ser creado por personas que una vez dejaron su hogar. Somos un país que se renueva constantemente con nuevas fuentes de diversidad.
Veamos de ejemplo de nuevo a los DACAmentados. Desde que se dio el permiso para trabajar legalmente, el espíritu empresarial ha florecido y su posición socioeconómica ha aumentado. En general, los DACAmentados inician más negocios que los estadounidenses. Más de la mitad de los DACAmentados dicen que DACA les ha permitido obtener un trabajo mejor remunerado y más alineado con sus objetivos profesionales. Si el Congreso aprueba el Dream Act, agregaríamos al menos 22.700 millones de dólares anuales al producto interno bruto.
Por supuesto, el Congreso debería aprobar el Dream Act no solo porque es económicamente ventajoso, sino también porque es lo correcto.
En el futuro, Trump debe de preguntarse cuánto está dispuesto a comprometerse con sus principios de inmigración. En diciembre, el Congreso debe aprobar un proyecto de ley para mantener abierto al gobierno federal. Una y otra vez, los líderes republicanos han dependido del apoyo demócrata para impulsar la aprobación de estos proyectos de ley. Antes de considerar la aprobación de una legislación, el Congreso debe moverse para proteger a los DACAmentados.
Los DACAmentados deben de tener todo el derecho para luchar por sus sueños. El tiempo se está acabando.
Por Nanette Díaz Barragán, la congresista que representa el 44º distrito electoral de California, que incluye las comunidades de Carson, Compton, Lynwood, North Long Beach, Rancho Dominguez, San Pedro, South Gate, Walnut Park, Watts, Willowbrook y Wilmington.