Luis Miguel Farías-Villa, de 29 años de edad, contrajo sarampión en su México natal, cuando tenía 8 meses de edad. La enfermedad le causó parálisis cerebral. Su madre, Isabel Ayala-Villa decidió emigrar a EEUU y dejar todo atrás, para poder ofrecerle acceso a los últimos tratamientos médicos; pero al llegar al país del norte se encontró con obstáculos que le dificultaron ofrecerle el mejor cuidado a su hijo. Por ejemplo, Ayala-Villa tiene dos trabajos para poder mantener a su familia, lo que la descalifica para recibir los beneficios de Medi-Cal, por ganar “demasiado” dinero.
Para evitar los ataques, Luis Miguel debe tomar un medicamento que normalmente cuesta $1,500 dólares. La familia, que vive en Sacramento, encontró una clínica (Clínica Tepati) que le da un cupón con el que solo tiene que pagar entre $180 y $200. Pero antes de esto, cuando Ayala no podía conseguir el dinero, su hijo quedaba expuesto a sufrir una convulsión.
El caso de Luis Miguel no es único. Miles de individuos que necesitan medicina y no pueden costear su precio, se “auto reducen” la dosis recetada, para que el remedio les dure más; o directamente dejan de tomar la droga que necesitan, poniendo en peligro sus vidas.
Precio inaccesible
“El costo es la razón número uno por la cual los pacientes dejan de tomar sus medicinas recetadas y no siguen sus tratamientos”, declaró Pooja Babbrah, consultor de salud durante la audiencia sobre costo de drogas, organizada por el Comité especial sobre envejecimiento, que tuvo lugar semanas atrás en el Senado.
Durante dicha audiencia, la senadora Susan Collins, republicana de Maine, responsabilizó, en parte, al sistema de patentes, por el aumento indiscriminado del precio de las drogas. Collins dio el ejemplo de Humira, una droga que se prescribe para el tratamiento de artritis reumatoide y Crohn, entre otras enfermedades, y que está protegida por más de cien patentes, hasta 2034. Esto impide que otras drogas genéricas similares sean introducidas al mercado y compitan entre sí, reduciendo el precio del medicamento.
Según información del Centro Nacional de Estadísticas de salud (NCHS), casi el 60% de los estadounidenses adultos fue recetado en 2017, y casi el 70% de dichas recetas no estaba totalmente cubierta por el seguro médico, lo que implica gastos extras “out of pocket” para el paciente. En 2017, un 11% de los adultos dejó de tomar su remedio, según lo prescripto por el médico, en particular mujeres y adultos sin seguro médico.
Propuestas para controlar el costo de las drogas
En la actualidad existen varias propuestas para reducir el precio de los medicamentos y que encaran el problema desde diferentes ángulos.
La semana pasada, la representante del distrito 44 de California, Nanette Díaz Barragán, introdujo una legislación para reducir el precio de las medicinas. La propuesta de ley “Lanzamiento justo e inmediato de medicamentos genéricos” H.R. 1506 (Fair and Immediate Release for Generic Drugs Act o FAIR Generic Act) busca permitir que las opciones genéricas de las diferentes drogas sean introducidas al mercado más pronto, lo que a su vez aumentará la competencia y reducirá los precios para los pacientes.
“Durante años, el aumento vertiginoso del costo de medicamentos recetados que salvan vidas han obligado a millones de estadounidenses a endeudarse”, indicó Barragán. “Al permitir que un tercer producto de la competencia ingrese al mercado, podemos aumentar la competencia y mantener bajos los precios de los medicamentos para los consumidores. La Ley de medicamentos genéricos es una solución de sentido común que ayudará a reducir el alto costo de los medicamentos recetados y asegurará que todos los estadounidenses tengan acceso a medicinas asequibles “, aseguró.
Otras propuestas
- La propuesta del Senado S3754 (CURE High Drug Prices Act) presentada por el Senador Richard Blumenthal, demócrata de Connecticut, requiere que el fabricante del medicamento justifique los aumentos de su precio.
- La propuesta S2583 (Consumer Health Insurance Protection Act) presentada por la Senadora Elizabeth Warren, demócrata de Massachusetts, prohíbe a los seguros médicos que abandonen la cobertura de medicamentos a mitad de año y limiten los costos de la medicina a $250 por mes, por persona, o $500 por familia.
- La propuesta S469 (Affordable Prescription Drug Importation Act) presentada por el Senador Bob Casey, demócrata de Pennsylvania, permite a los estadounidenses importar medicina de Canadá.
Covered California
“En Covered California estamos considerando diferentes acercamientos y opciones para el precio de los medicamentos”, indicó Yurina Melara, portavoz de Covered California, el sitio para seguros de salud bajo la Ley de cobertura de salud asequible (ACA) también conocida como Obamacare.
Entre las opciones, Melara explicó que Covered California estaba evaluando la reciente orden ejecutiva del gobernador Gavin Newsom para trabajar en conjunto con otras agencias públicas, como Medi-Cal y el Departamento de Corrección y Rehabilitación, entre otras, y así fortalecer el poder de negociación del precio de las drogas, en conjunto. Cuantas más agencias negocien juntas los precios, mayor es la presión que pueden ejercer en las compañías farmacéuticas.
Para más información sobre las iniciativas de Covered California, puedes visitar: https://www.coveredca.com/espanol/
Opciones viables
Entre las distintas propuestas para remediar la crisis del costo de medicamentos, agencias como Covered California, AARP, así como miembros del Congreso, y el Senado coinciden en las siguientes posibilidades:
- Importación de medicinas. Las drogas recetadas en los EEUU generalmente pueden conseguirse a mejor precio en otros países, pero hasta ahora, existen prohibiciones y límites para hacerlo. Si un paciente no puede costear su medicina en EEUU, podría conseguirla más barata en Canadá o México.
- Negociación. El programa de Medicare cuenta con alrededor de 57 millones de pacientes. Si Medicare puede negociar el precio de las medicinas, el costo de estas podría reducir.
- Transparencia. En la actualidad, el público no tiene manera de comparar y verificar los precios de las drogas. Una mayor transparencia en el proceso y las opciones de las distintas drogas, beneficiaría al consumidor.
Avaricia y aumento indiscriminado
Uno de los casos más criticados de aumento de precio de una droga necesaria y sin alternativas genéricas más baratas, y que causó indignación en las redes sociales fue el del Martin Shkreli, exdirector de Turing Pharmaceuticals, fabricante de Daraprim, una droga que se utiliza para tratar infecciones en los pacientes con SIDA. Shkrely aumentó el precio de la droga de $13.50 a $750 dólares la pastilla, o el 5,000% del precio.
En 2018, Shkreli fue convicto a 7 años de prisión, por defraudar a inversionistas.